La Certeza del Sufrimiento y Su Propósito en la Vida del Cristiano

Publicado May 25, 2018 por Ricardo Estrada

Este Domingo empezamos nuestra serie de sermones basados en el libro de Santiago. El libro de Santiago es comparado a Proverbios porque ofrece consejos prácticos para la vida cotidiana del cristiano. En Santiago 1:1-4 el apóstol nos enseña sobre la certeza del sufrimiento y el propósito que el sufrimiento sirve en la vida del cristiano.

El cristiano no debe extrañarse cuando vengan las pruebas pues el apóstol lo tiene por seguro que vendrán. Él dice: Considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas. Él no dice “considérense muy dichosos si tengan que enfrentarse con diversas pruebas” con un “si” condicional.

En el Sermón compartí la historia de un rey que quería proteger a su hijo de la realidad del sufrimiento. Puso a su hijo en un pabellón donde solo podían vivir personas jóvenes, saludables, y felices. Todos los signos de decaimiento y degeneración se mantuvieron alejados del príncipe. El príncipe eventualmente se dio cuenta de las paredes y quería salir del pabellón. Al fin, al salir se dio cuenta de que fuera del pabellón existía la vejez, la enfermedad y la muerte y que un día él iba a terminar así. Su mundo se derrumbó y pidió que lo regresen al palacio.

Aplicación: Muchas veces creemos que porque somos cristianos Dios no va a permitir que nos sucedan tragedias como le suceden a otros no cristianos. Sin embargo, en Santiago aprendemos que el cristiano no es inmune al sufrimiento. No debiésemos dudar del amor de Dios por nosotros cuando venga el sufrimiento pues el sufrimiento es un hecho de la vida y una realidad de nuestro mundo caído.

Además, el sufrimiento tiene un propósito en la vida del cristiano. Por medio del sufrimiento y la prueba Dios nos esta refinando y trabajando en nosotros caracteres como la humildad, la compasión, la fe y la constancia. El sufrimiento tiende a hacernos más humildes porque nos damos cuenta de que algo más grande que nosotros controla nuestras circunstancias. Por medio de la prueba aprendemos compasión porque podemos comprender a otros que han pasado por nuestras mismas experiencias. La prueba nos revelara si nuestra fe es verdadera y firme. Finalmente, la prueba produce en nosotros constancia, si nos mantenemos. Santiago dice en el versículo 4: La constancia debe llevar a feliz término la obra. La constancia es lo que Santiago resalta. Constancia es simplemente permanecer, venga lo que venga. No significa que todos los días amanecemos con una sonrisa o que no pasamos por periodos de tristeza. Pero cuando viene la prueba, no dejamos de permanecer en el Amado.

Aplicación: Si antes de la prueba tenías una relación con el Señor, mantente constante. No dejes que la prueba cambie tu disposición hacia tu Señor. No te rindas ni desmayes. Considera como puedes cultivar más fruto del Espíritu Santo en tu vida por medio de la oración y la palabra. Aparta tiempo para orar, meditar y escudriñar las escrituras.

Sobre todo, considera a aquel que fue constante por ti. Aquel que permaneció hasta el fin por ti. Su constancia y perseverancia fue la que nos salvó. El soporto la ira de Dios para que pudiésemos ser llamados hijos de Dios. Porque el soporto, ahora tu soporta y mantente constante.

“Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.”
– Hebreos 12:2