Este Domingo leímos los siguientes proverbios que advierten contra la envidia. Tomas de Aquino define la envidia como la tristeza por la alegría de otra persona. La envidia también se manifiesta como una alegría que deriva del fracaso de otra persona. 

La envidia la combatimos viendo la humanidad de nuestro prójimo. Cuando no vemos a los demás como competidores empezamos a mejorar por nuestro bien y no con la intención de estar encima de los demás.  

Además la envidia la combatimos viendo hacia la cruz. En la cruz vemos a un Jesús perfecto sin las cosas cuales al mundo le asigna prominencia. En la cruz vemos a un Jesús que no vio a su prójimo como competidor sino como un hermano. Y aun dijo de los que le deseaban lo peor “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen.”

En fin, no tenemos porque envidiar. La envidia es carcoma de los huesos. Podemos buscar la mejoría por nuestro propio bien. Simplemente porque hoy queremos ser mejores de lo que fuimos ayer. Por ultimo, la cruz de Jesús nos muestra el verdadero amor. El amor que no envidia.

No envidies al hombre injusto, Ni escojas ninguno de sus caminos. Porque Jehová abomina al perverso; Mas su comunión íntima es con los justos.

Proverbios 3:31-32

El corazón apacible es vida de la carne. Mas la envidia es carcoma de los huesos.

Proverbios 14:30

Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.

Proverbios 16:32

No tenga tu corazón envidia de los pecadores, Antes persevera en el temor de Jehová todo el tiempo; Porque ciertamente hay fin, Y tu esperanza no será cortada.

Proverbios 23:17-18

No tengas envidia de los hombres malos, Ni desees estar con ellos; Porque su corazón piensa en robar E iniquidad hablan sus labios.

Proverbios 24:1-2

Cruel es la ira, e impetuoso el furor; Mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia?

Proverbios 27:4